sábado, 7 de marzo de 2015

Llegaron el diploma y los libros

Un verano a puro microcuentos y como resultado: 2 microrrelatos se echaron a volar, en dos Antologías, que recogen a los gandores de países de América y Europa.
En el Concurso Internacional de narrativa homenaje a Hemingway por el 75 aniversario de Por quien doblan las campanas, el micro 10 % de inspiración, 90% de transpiración, quedó antologado junto a 149 más -se habían presentado 600 al concurso-.
10% de inspiración, 90% de transpiración
Arrancó y abolló el papel. Treinta y ocho veces; más simple, masculló, reprochándose. Enhebró una nueva hoja en la máquina de escribir. Se llevó el vaso a los labios. El hielo se había derretido y la bebida le supo aguada. Escribió:
“—Lo que hacíamos juntos ¿no lo harás con otra mujer, dime? ¿No le dirás  las mismas cosas?
—Nunca jamás”.
Leyó. Se concentró sacándole punta a lo quedaba de un lápiz. Borró la palabra jamás. Bebió. Releyó.
Contra su costumbre, había estado escribiendo durante todo el día. Continuó lentamente. Buscaba las palabras, las sopesaba, las hurgaba hasta las entrañas. Adelantó el pie derecho y cambió el peso del cuerpo al pie izquierdo. 
Leyó: “Era como si me despidiera de una estatua”. Volvió a llenar el vaso. Siguió leyendo. Asintió.
Escribió: “Y volví al hotel bajo la lluvia”, luego, leyó la página completa.
Inspiró. Exhaló. Escribió: fin. 
Bebió. Treinta y nueve veces, nadie lo va a creer, pensó, y sonrió.

En el concurso Internacional Inspiraciones Nocturnas: Amor Nocturno, quedó entre los 10 finalistas -9 son españoles- Se presentaron 3000 microcuentos al concurso y la antología recoge, además de los 10 finalistas, a 1150 más.
Amor nocturno

Miró a través de la ventana. Se había despertado. Se había levantado. No cubrió su desnudez. No sintió el frío de los mosaicos bajo sus pies. No lo oyó cuando él, entresueños, pronunció su nombre. Esperó. Cuando la nube única ocultó la luna, atravesó el cristal y se disolvió en la noche.






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