En la costa todo cambia cuando sale la luna. Se puede escuchar la
voz de los árboles y del río. Licho dice que se puede sentir en la
cara la caricia de la Novia del río. Que solo hay que sentarse en la
costa y esperar. Nosotros hacemos mate cocido y la esperamos.
En silencio.
Este año termino la primaria. Cuando vine a vivir a la costa era
verano, cumplí diez y el Licho me regaló un boguero que hizo él
mismo. También conocí a Marina y nos hicimos amigos. Yo
quiero que sea mi novia. Me parece que ella también quiere. Ese
año en quinto grado conocí a Nicolás y jugamos un torneo
intercolegial de fútbol. Nadie quería jugar con él porque tiene un
problema en las piernas por una enfermedad. Nicolás es valiente,
jugó y hasta hizo un gol. Salimos sub campeones.
Ahora estoy en séptimo. Estamos en vacaciones de invierno y
Nicolás vendrá a quedarse unos días en casa. También Marina
vendrá a su casa de veraneo en la costa, que justo está en frente de
la mía.
El mate cocido está caliente y muy dulce. El aire es frío y húmedo.
El río ronronea. Es como un gato enorme y negro.
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